huila

Altura
900 msnm
No. de Productores
4
Héctareas por productor
8
Temporadas de cosecha
Oct - Dic* / Mar - May

La Leyenda

“Hace más de 500 años, en el cañón del Quimbo -ubicado en el centro del departamento del Huila, entre las cordilleras Oriental y Central de Colombia- habitaba el pueblo indígena de los ‘Michúes’. Esta comunidad, que se caracterizaba por su baja estatura, trabajó por largo tiempo hombro a hombro para atender y adorar a quien consideraban su reina, la hermosa y gigante Mirthayu.

Un día apareció un gigante llamado Matambo quien, a su paso, consumió y arrasó con los cultivos y aposentos que los Michúes tenían preparados para su reina. Ante este atropello, Mirthayu, junto a su pueblo, salió al combate. Sin embargo, Matambo, al ver a la hermosa reina, quedó atónito por su belleza, por lo que decidió hacer una tregua, ponerse a su disposición y ayudarle a restaurar los daños causados tras su llegada.

Con el pasar del tiempo, el amor surgió entre los gigantes y, para celebrarlo, decidieron hacer una expedición hacia el nacimiento del río Guacacayo “el río de las tumbas”, mejor conocido como el río Magdalena. Dicha expedición no fue muy bien vista por los Michúes, y, en represalia, se opusieron a que migraran hacia el sur, atacando ferozmente a Matambo como un enjambre de abejas enfurecido y coordinado. Ante la violenta afrenta contra su amado, Mirthayu intentó defenderlo recibiendo golpes de gracia y, junto a su enamorado, cayeron abatidos por este pequeño pero valiente pueblo indígena. Hoy yacen sus cuerpos a lado y lado del gran río Magdalena, dejándose ver en las montañas la silueta del rostro del gigante Matambo y de los senos de la reina Mirthayú.”

Orígen

El municipio de Gigante cuenta con una amplia oferta ambiental. Esto debido a que sus límites van desde la reserva natural del Cerro páramo Miraflores, ubicado en la cordillera oriental, hasta el cerro Matambo y las extintas playas del río Magdalena. Esta diversidad ecosistémica, le permite al municipio contar no solo con una variedad de paisajes sino, además, con una producción diversos alimentos como el café, el cacao y otros cultivos transitorios y permanentes.

En la década de 1960, el municipio de Gigante, llegó a ser reconocido como la capital cacaotera de Colombia debido, en principio, a que fue el punto de encuentro de la primera Asamblea General de cultivadores de cacao, donde se decidió crear la Federación Nacional de Cacaoteros. Pero, particularmente, fue la variedad de cacaos trinitarios e híbridos que se encontraban en sus extensas cacaoteras la que le dio tal reconocimiento al municipio.

No obstante, a partir del establecimiento de un proyecto de extracción de energía hidroeléctrica, Gigante resultó siendo el municipio con mayor área de tierras inundadas, con un total de 3.770 hectáreas afectadas. Esto resultó en múltiples daños socio-ambientales: se arrasó definitivamente con los cultivos que alguna vez Matambo ayudó a restaurar, desaparecieron cacaoteras centenarias, y quedaron sumergidas diferentes fuentes de empleo que se habían constituido como vocación ancestral, tales como, la pesca artesanal y la producción agropecuaria. Fueron afectados directamente los proyectos de vida de miles de campesinos y el equilibrio ecológico acabando con múltiples ecosistemas propios de la región.

Comunidad

A pesar de todo, la gente del municipio de Gigante ha resistido de diferentes maneras la devastación promovida por una visión de desarrollo desde arriba. De manera resiliente, han sabido desarrollar una vital e importante producción piscícola, cafetera, y cacaotera, gracias al trabajo asociativo de sus productores. Se ha visto el resurgimiento de familias y jóvenes interesados en el establecimiento de variedades regionales, a partir de prácticas de conservación e investigación de la diversidad genética del territorio.

Las personas que presiden las asociaciones han podido liderar de manera eficaz las operaciones, conscientes del potencial de la variedad de cacaos híbridos ancestrales que se encuentran en el municipio, y es gracias a su curiosidad y disciplina que ha logrado captar el interés de múltiples entidades públicas y privadas con las cuales se han podido entablar redes de cooperación y trabajo para el fortalecimiento del sector.

Microlotes

Matambo